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Paula Guillén (Grupo Kurt Cobain)

Nuestro proyecto ha consistido en hacer un escape room: una sala en la que debes superar ciertas pruebas y obstáculos para conseguir un objetivo determinado (salir de la sala suele ser bastante común) en un tiempo concreto (6o minutos, 40, etc.).

 

Hemos tenido distintas fases, cada una importante para este proyecto: elaboración de un guion, creación de las pruebas y boceto de la mesa, preparación del material y ambiente de la mesa y, por último, la preparación de la sala para el día del scape room para los niños de 1º de ESO.

 

Mi grupo hizo la mesa de Kurt Cobain, pero también estaban las mesas de otros cantantes como Amy Whinehouse y Jimi Hendrix, además de la mesa central de los coordinadores.

Cada integrante del grupo ha hecho algo distinto, por ejemplo mientras unos buscaban información, otros se encargaban de buscar distintos tipos de pruebas que pudiéramos integrar en la sala.

 

En mi grupo, el primer día, nos encargamos del guion. Empezamos por buscar información sobre Cobain: quién fue, qué clase de música tocaba, qué instrumento tocaba, cómo era su familia y cómo era él…

Tras acabar el guion fuimos a hacer un escape room, aquí, en el pueblo, para coger ideas de cómo podríamos hacer la sala y preguntar sobre posibles dudas que tuviéramos a los encargados del local. Tras ello empezamos con la elaboración de las pruebas y cómo las pondríamos en la sala para que, a la vez que se divertían y hacían la sala, aprendieran algo sobre un icono de la música grunge.

Después nos encargamos de decidir que material íbamos a necesitar para la ambientación de la sala, si íbamos o no a necesitar candados o otro tipo de cerraduras, cuanto costaba cada cosa o si se podía hacer a mano. Para hacer algunos cosas, como la escopeta que pusimos en la sala, contamos con la colaboración y ayuda de los alumnos y la profesora de Visual y Plástica.

Lo último que hicimos fue probar la sala y comenzar a montarla en la sala de actos de nuestro instituto.

 

El día del escape room estábamos todos un poco nerviosos por lo que pudiera pasar, pero fue todo bien.

Cada integrante de mi equipo se engarbaba de algo distinto: atar a los participantes, hacer fotos y vídeos y incluso actuar como Kurt Cobain para darles un susto a mitad de la prueba.

Personalmente, creo que fue una gran experiencia y no me importaría para nada repetirla.

 

Creo que, además de seguir aprendiendo a trabajar en equipo, he aprendido a organizar un proyecto que, a mí, me ha parecido bastante grande.

 

Creo que lo que más a costado ha sido tenerlo todo preparado para el día que se fijó, por los exámenes que teníamos y todas las cosas que teníamos que hacer para la decoración.

Realmente no salió como esperaba. Estaba nerviosa y pensaba que iba a salir mal, que no les iba a gustar. Al final salió todo perfecto, se lo pasaron genial y se divirtieron mucho. Acabó saliendo muchísimo mejor de lo que me esperaba.

 

Si pudiera volver a hacer este proyecto, tal vez cambiaría el tiempo que gastamos para hacer el guion y todo y aprovecharlo para hacer una decoración mejor, más elaborada.

 

Lo que destacaría del proceso es lo bien que me lo pasé el día del escape, a pesar de trabajar bajo presión para tenerlo todo preparado para las clases. Como se nos rompió un candado, estuve muy alterada para poder tenerlo preparado para los siguientes participantes.

 

Personalmente, ha sido una experiencia maravillosa. No me importaría nada repetirla, y la recomiendo para el resto de cursos.

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